El fin de los guardarraíles, más cerca

Es un proceso lento, pero parece que al final, y después de muchos lamentos, llegará el ansiado fin de los guardarraíles. Lo que empezó como un compromiso de cara a los próximos seis años al final se ha adelantado, y a finales de 2008 el Estado habrá adaptado 1.500 kilómetros de quitamiedos en las carreteras españolas, tal y como anunció el PSOE en el Senado la semana pasada.
En el último año, el número de motoristas fallecidos en accidentes de tráfico se ha disparado un 53%, mientras que la siniestralidad del resto de los colectivos se ha reducido. De hecho, según el ministro de Interior, es una de las claves que explican el aumento de las cifras de muertos de este verano. Este tráfico dato ha llevado al partido ha tomar cartas en el asunto.
El pasado mes de abril la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, prometió cambiar 1.500 km de guardarraíles en las carreteras de la red estatal. La ministra explicó que la inversión necesaria era de 47 millones de euros y las obras estarían terminadas a finales de 2009. El cambio, según sus palabras, consistiría en “colocar en las barreras existentes una valla inferior, que al estar situada a tres centímetros del suelo evita que en caso de accidente los motociclistas puedan pasar por debajo”.
Sin embargo, la semana pasada el grupo socialista anunció en el Senado que este compromiso se adelanta a finales del año que viene. El portavoz adjunto del PSOE, Enrique Curiel, y el portavoz de Interior, José Miguel Camacho, presentaron una moción en la que se pide al Gobierno que acelere la sustitución de los gaurdarraíles para la reducción de los accidentes de tráfico, una propuesta que se debatirá esta misma semana en el pleno del Senado.
Curiel y Camacho realizaron una presentación en la que explicaron que, además de ponerse de acuerdo con Tráfico, los socialistas se habían sentado con la Asociación Mutua Motera para elaborar el informe y trabajar el tema. El presidente de dicha organización, Juan Manuel Reyes, explicó que, aunque se trata de un paso importante, no es suficiente. “Los 1.500 km. son los puntos más peligrosos, es el mínimo”, afirmó.