Las naked y las trail se están haciendo con el mercado de la moto de gran cilindrada. Ya no compramos RR. Esa es la realidad. Los radares, los altos costes de mantenimiento y sobre todo, su enfoque radical, las han convertido en auténticos “pepinos” con matrícula sólo aptas para “extraterrestres” capaces de manejar 200 caballos encerrados dentro de un aparato de tan sólo 170 kg. Nada que ver con aquellas CBR, FZR, GSX o ZX-R de los ‘90, que vistas con perspectiva, como mucho, ahora las llamaríamos “semiracing’s”. Y digo lo de “semi” por su “semi cansada” posición de conducción, su “semi aceptable” protección aerodinámica y su “semi controlable” potencia. Había quien incluso hacia turismo con acompañante y todo. Eso sí, en un asiento sólo apto para parejas muy unidas. Hasta les llegaban a montar cofres de rutera sobre el colín. Eran las motos que todos queríamos tener. Todavía hoy, cuando entramos en un concesionario, a la mayoría se nos sigue cayendo la baba contemplando las CBR-RR,...