ESTA SEMANA VEMOS LA MONTURA DE VICTOR
HONDA CBF 600 S
Motor:
Cuatro tiempos, 4 en línea, 16 válvulas DOHC, refrigeración líquida. Relación de compresión 11,6:1 y potencia máxima 57 kW / 10.500 min -1 (95/1/EC). Carburación tipo VP con compuerta plana y 34 mm x 4. Este nuevo y compacto motor de la CBF 600 es esencialmente el mismo propulsor de la Hornet.
Equipamiento:
Tras su pantalla, la versión semicarenada de la CBF presenta la elegante forma de un panel de instrumentos integrado en una sola pieza, con los diales de un gran velocímetro y un tacómetro que proporcionan una indicación altamente precisa de estos importantes parámetros. Asiento ajustable en 3 posiciones de altura, diseñada para adaptarse a las distintas alturas de los conductores desde aproximadamente 157 cm 190 cm. Anclaje del manillar ajustable, lo cual ofrece aun más posibilidades de personalización y permite a los conductores grandes y pequeños encontrar fácilmente la postura exacta de conducción. Pantalla ajustable en 2 posiciones que puede elevarse 50 mm para proporcionar una superior protección contra el viento para los conductores más altos.
La posibilidad de utilizar una motocicleta en todo momento, sin pensar si circulamos por carretera o autopista, sin tener en cuenta el kilometraje o, simplemente, por el placer de callejear por una gran ciudad, es una cualidad cada vez más difícil de encontrar, aunque en el caso que nos ocupa hemo dado en el clavo.
La nueva CBF S –la última letra por el carenado que lleva– es un vehículo cómodo, práctico y, sobre todo, muy coherente. La comodidad está marcada por la posibilidad de regulación tanto del manillar como de la altura de la pantalla y el asiento, todo de carácter manual, con lo que la posición de conducción es prácticamente perfecta.
Se trata de una moto práctica, por lo comentado anteriormente, que además es muy fácil de llevar y permite un amplio abanico de posibilidades de uso, ideal para los moteros de corazón que están deseando aprender y desenvolverse con una motocicleta de medias prestaciones.
La coherencia de la CBF S está marcada por varios motivos. En primer lugar no es una moto potente, aunque puede ser rápida en cuanto no dosifiquemos la maneta derecha. También es estable y cómoda, tanto para el conductor como para un posible pasajero. El atractivo se aprecia en una buena planta muy bien rematada en todos sus componentes, tanto internos como externos.
Estéticamente ofrece una línea muy llamativa. El frontal, con su pequeño carenado, cubre considerablemente para las medidas que tiene, con doble faro y toda la mecánica al aire, resaltando los cuatro colectores cromados y el escape por el lateral derecho.
El cuadro de instrumentos es simple pero completo a la vez, con todos los indicadores que necesitamos para circular con tranquilidad mecánica. El motor, con herencias de la CBR de misma cilindrada, ofrece una excelente respuesta desde pocas revoluciones, independientemente de la marcha que introduzcamos, de las seis que tiene.
El comportamiento, en general, es bueno en cualquier superficie, ya que hace fácil la conducción y da mucha confianza al conductor. Además, la caja de cambios funciona con mucha suavidad y precisión, mientras que los frenos son suficientes para detener rápidamente esta moto.
Así, dentro de la gama Honda se situaría en una posición intermedia entre la turística Deauville y la semideportiva Hornet. De ésta última aprovecha el chasis (de ahí que le sobre estabilidad si nos atenemos a su filosofía económico/deportiva) y el motor. El propulsor, eso sí, ha sido dulcificado para que entregue más potencia a bajas revoluciones. Resultado: ahora disponemos de una mecánica de 77 caballos que, entre las 3.000 y las 7.000 revoluciones, responde de una forma muy digna y que, en el tramo más alto del cuentarrevoluciones, ofrece diversión al conductor.
Motor:
Cuatro tiempos, 4 en línea, 16 válvulas DOHC, refrigeración líquida. Relación de compresión 11,6:1 y potencia máxima 57 kW / 10.500 min -1 (95/1/EC). Carburación tipo VP con compuerta plana y 34 mm x 4. Este nuevo y compacto motor de la CBF 600 es esencialmente el mismo propulsor de la Hornet.
Equipamiento:
Tras su pantalla, la versión semicarenada de la CBF presenta la elegante forma de un panel de instrumentos integrado en una sola pieza, con los diales de un gran velocímetro y un tacómetro que proporcionan una indicación altamente precisa de estos importantes parámetros. Asiento ajustable en 3 posiciones de altura, diseñada para adaptarse a las distintas alturas de los conductores desde aproximadamente 157 cm 190 cm. Anclaje del manillar ajustable, lo cual ofrece aun más posibilidades de personalización y permite a los conductores grandes y pequeños encontrar fácilmente la postura exacta de conducción. Pantalla ajustable en 2 posiciones que puede elevarse 50 mm para proporcionar una superior protección contra el viento para los conductores más altos.
La posibilidad de utilizar una motocicleta en todo momento, sin pensar si circulamos por carretera o autopista, sin tener en cuenta el kilometraje o, simplemente, por el placer de callejear por una gran ciudad, es una cualidad cada vez más difícil de encontrar, aunque en el caso que nos ocupa hemo dado en el clavo.
La nueva CBF S –la última letra por el carenado que lleva– es un vehículo cómodo, práctico y, sobre todo, muy coherente. La comodidad está marcada por la posibilidad de regulación tanto del manillar como de la altura de la pantalla y el asiento, todo de carácter manual, con lo que la posición de conducción es prácticamente perfecta.
Se trata de una moto práctica, por lo comentado anteriormente, que además es muy fácil de llevar y permite un amplio abanico de posibilidades de uso, ideal para los moteros de corazón que están deseando aprender y desenvolverse con una motocicleta de medias prestaciones.
La coherencia de la CBF S está marcada por varios motivos. En primer lugar no es una moto potente, aunque puede ser rápida en cuanto no dosifiquemos la maneta derecha. También es estable y cómoda, tanto para el conductor como para un posible pasajero. El atractivo se aprecia en una buena planta muy bien rematada en todos sus componentes, tanto internos como externos.
Estéticamente ofrece una línea muy llamativa. El frontal, con su pequeño carenado, cubre considerablemente para las medidas que tiene, con doble faro y toda la mecánica al aire, resaltando los cuatro colectores cromados y el escape por el lateral derecho.
El cuadro de instrumentos es simple pero completo a la vez, con todos los indicadores que necesitamos para circular con tranquilidad mecánica. El motor, con herencias de la CBR de misma cilindrada, ofrece una excelente respuesta desde pocas revoluciones, independientemente de la marcha que introduzcamos, de las seis que tiene.
El comportamiento, en general, es bueno en cualquier superficie, ya que hace fácil la conducción y da mucha confianza al conductor. Además, la caja de cambios funciona con mucha suavidad y precisión, mientras que los frenos son suficientes para detener rápidamente esta moto.
Así, dentro de la gama Honda se situaría en una posición intermedia entre la turística Deauville y la semideportiva Hornet. De ésta última aprovecha el chasis (de ahí que le sobre estabilidad si nos atenemos a su filosofía económico/deportiva) y el motor. El propulsor, eso sí, ha sido dulcificado para que entregue más potencia a bajas revoluciones. Resultado: ahora disponemos de una mecánica de 77 caballos que, entre las 3.000 y las 7.000 revoluciones, responde de una forma muy digna y que, en el tramo más alto del cuentarrevoluciones, ofrece diversión al conductor.
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Victor