Honda Deauville 700 ABS: polivalencia absoluta
La nueva Honda Deauville 700 pasó prácticamente desapercibida en el último Mundial de las Dos Ruedas de París a causa probablemente de su aparente discreción. Pese a ello, la moto se revela muy práctica en un uso cotidiano intensivo y resulta una excelente compañera de viajes en los trayectos más largos. Una moto, en fin, para todo...
Las dos maletas laterales comunican entre sí para facilitar el transporte de objetos largos o voluminosos.
Más divertida que antes
Desde su lanzamiento en 1998, la Honda Deauville se ha ido forjando una reputación de moto sólida, robusta y sobre todo práctica gracias a su transmisión final por cardán (sin mantenimiento) y a sus maletas laterales integradas. Simplificando podríamos decir que se trata de toda una moto con las ventajas y simplicidad de un scooter.
La moto tiene un lado muy funcional y sumamente eficaz, razón por la cual muchos mensajeros de París, por ejemplo, la han elegido como útil de trabajo. Otros sin embargo le achacan la falta de un lado más lúdico.
En 2006, aprovechando su paso a 700 cc (desde los 650 anteriores), la Deauville se hace más divertida al tiempo que introduce mejoras tanto en el rendimiento como en el comportamiento dinámico o la seguridad. En resumen: una moto seria, pero en absoluto aburrida.
Una "mini Pan-European"
El aumento de cilindrada supone también un aumento de categoría: parece claro que a partir de ahora la Deauville tomará como modelo a su hermana mayor, la Pan-European 1300, equipada con un motor V4. La Deauville 700 por su parte se ha de conformar con un bicilíndrico en V con 4 válvulas por cilindro. La mitad de cilindros que la Pan-Euro, pueden objetar, pero también a la mitad de precio y sobre todo mucho menos pesada, lo cual facilita el uso intensivo en centros urbanos. La Deauville 700 se encuentra aquí como pez en el agua, permitiendo improvisar en todo momento. Cierto que 260 kg con todos los depósitos llenos no es un peso desdeñable, pero las masas están bien equilibradas y el peso deja de sentirse una vez que la máquina se pone en movimiento. Elegante, adaptada a todas las complexiones, la Deauville 700 es más lujosa que su antecesora, pero sin renunciar en ningún caso a sus aptitudes en ciudad.
Sencilla en todos los terrenos
La parte ciclo sigue siendo globalmente idéntica a la de la versión precedente. Esta arquitectura procura pese a su relativa simplicidad un comportamiento en carretera irreprochable y, todo hay que decirlo, al mismo nivel que el de la Pan-Euro 1300. Sencilla y muy estable, la Deauville también sabe dar muestras de un carácter alegre y divertido si la carretera se presta a ello. No es que adopte ni mucho menos un comportamiento brusco, pero tampoco le asusta rodar con suavidad y a un buen ritmo. Única pega: por autopista y a gran velocidad, con el parabrisas en posición alta y el top box opcional, la dirección inspira un poco menos de confianza.
Por lo demás, hay que destacar el excelente alumbrado y la eficacia del sistema de frenado, que en nuestro modelo de prueba asociaba ABS y sistema combinado. El pedal derecho actúa simultáneamente sobre los frenos trasero y delantero, lo cual permite olvidarse de la maneta derecha para las pequeñas frenadas en ciudad. El ABS sólo entra en acción en caso de extrema necesidad, sin llegar a interferir en la conducción en el resto de situaciones.
El parabrisas da a elegir entre dos alturas diferentes. La calidad del alumbrado es también digna de mención.
Una auténtica GT "de bolsillo"
La Deauville reserva al piloto no pocos elementos de confort en un ambiente "de lujo". El parabrisas admite dos alturas diferentes y dos grados de inclinación. Cierto que para modificar la altura es preciso echar mano de las herramientas, pero la posición alta conviene perfectamente a un piloto de 1,80 m sin estorbar en nada la visión. De forma más general, la protección contra el viento y la lluvia está muy bien estudiada: las rodillas quedan protegidas por el carenado, más envolvente, aunque si no quiere que se le mojen los pies con la lluvia tendrá que comprar un protector, en opción.
La suspensión de la Deauville, aunque no alcance el nivel de la de la Pan-European, es de muy buena calidad. La horquilla es demasiado rígida, pero lo que se pierde en confort se gana en comportamiento dinámico y más vale este pequeño inconveniente que una horquilla que peque de floja e imprecisa. Un pomo situado en el lado derecho permite ajustar el amortiguador trasero en 40 posiciones diferentes, un ingenio que, como la calidad del asiento y la tapicería, es motivo de elogios. Resumiendo, todo en la Deauville está pensado para proporcionar tanto al pasajero como al piloto un gran confort.
Por lo que a la capacidad de transporte se refiere, hay donde elegir: una guantera a cada lado del manillar (una de ellas cerrada con llave) y sobre todo dos maletas laterales fijas. Aún así, para guardar un casco integral tendrá que optar por el juego de tapas más grandes, en opción. La moto dispone por lo demás de un emplazamiento previsto para el antirrobo, en forma de U, bajo el asiento... ¿Quién da más?
A solas o en pareja, la Deauville 700 cumple en cualquier situación. Pocas motos pueden presumir de una polivalencia comparable.
Un V2 revisado y más simple
A primera vista el nuevo motor de la Deauville, con inyección electrónica, parece menos suave que el de la versión precedente. Dicho esto, el piloto se acostumbra enseguida a su temperamento y permanece con toda naturalidad por debajo de los 3.000 rpm a fin de evitar latigazos. El embrague además, no plantea la más mínima dificultad al cambiar de velocidad, algo que se agradece sobre todo en ciudad. La transmisión por cardán por su parte tiene el mérito de hacerse olvidar.
Las culatas de 4 válvulas (antes tenían 3) confieren al V2 una potencia de 65 caballos, potencia más que suficiente y que presenta la ventaja de no incitar a rodar por encima de sus posibilidades. Una motorización en suma a la que uno se acostumbra rápidamente y que da lo mejor de sí misma antes en carreteras secundarias que en autopista, donde el piloto se resiente de las vibraciones en las muñecas en regímenes elevados.
Una máquina de confianza
La nueva Deauville 700, relativamente cara dentro de la categoría de tourer de media cilindrada, se presenta como una máquina de gama alta pensada hasta el más mínimo detalle para cumplir debidamente con su cometido. La Deauville le inspirará unas ganas irresistibles de rodar esté donde esté y sea cual sea el tipo de carretera, que es de lo que se trata... ¿o no?
Especificaciones técnicas
Motor: bicilíndrico en V, 4 tiempos, refrigeración líquida, 8 válvulas
Cilindrada: 680,2 cc
Alimentación: inyección electrónica
Arranque: eléctrico
Potencia máxima: 65 CV a 8.000 rpm
Par máximo: 67 Nm a 6.500 rpm
Transmisión final: árbol y cardán
Bastidor: tipo diamante, doble viga de acero
Frenos:delantero doble disco 296 mm, pinzas 3 pistones; trasero disco 276 mm (frenada combinada CBS + ABS)
Neumáticos:delantero 120/70 x 17; trasero 150/70 x 17
Altura del asiento: 806 mm
Gasolina: 19,7 litros
Peso en seco: 239 kg
Información práctica:
Colores: beige, azul, negro, gris y azul
Garantía: 2 años mano de obra, kilometraje ilimitado
Precio: 9.300 € (8.700 sin ABS)
Cortesía Via Michelín.
Las dos maletas laterales comunican entre sí para facilitar el transporte de objetos largos o voluminosos.
Más divertida que antes
Desde su lanzamiento en 1998, la Honda Deauville se ha ido forjando una reputación de moto sólida, robusta y sobre todo práctica gracias a su transmisión final por cardán (sin mantenimiento) y a sus maletas laterales integradas. Simplificando podríamos decir que se trata de toda una moto con las ventajas y simplicidad de un scooter.
La moto tiene un lado muy funcional y sumamente eficaz, razón por la cual muchos mensajeros de París, por ejemplo, la han elegido como útil de trabajo. Otros sin embargo le achacan la falta de un lado más lúdico.
En 2006, aprovechando su paso a 700 cc (desde los 650 anteriores), la Deauville se hace más divertida al tiempo que introduce mejoras tanto en el rendimiento como en el comportamiento dinámico o la seguridad. En resumen: una moto seria, pero en absoluto aburrida.
Una "mini Pan-European"
El aumento de cilindrada supone también un aumento de categoría: parece claro que a partir de ahora la Deauville tomará como modelo a su hermana mayor, la Pan-European 1300, equipada con un motor V4. La Deauville 700 por su parte se ha de conformar con un bicilíndrico en V con 4 válvulas por cilindro. La mitad de cilindros que la Pan-Euro, pueden objetar, pero también a la mitad de precio y sobre todo mucho menos pesada, lo cual facilita el uso intensivo en centros urbanos. La Deauville 700 se encuentra aquí como pez en el agua, permitiendo improvisar en todo momento. Cierto que 260 kg con todos los depósitos llenos no es un peso desdeñable, pero las masas están bien equilibradas y el peso deja de sentirse una vez que la máquina se pone en movimiento. Elegante, adaptada a todas las complexiones, la Deauville 700 es más lujosa que su antecesora, pero sin renunciar en ningún caso a sus aptitudes en ciudad.
Sencilla en todos los terrenos
La parte ciclo sigue siendo globalmente idéntica a la de la versión precedente. Esta arquitectura procura pese a su relativa simplicidad un comportamiento en carretera irreprochable y, todo hay que decirlo, al mismo nivel que el de la Pan-Euro 1300. Sencilla y muy estable, la Deauville también sabe dar muestras de un carácter alegre y divertido si la carretera se presta a ello. No es que adopte ni mucho menos un comportamiento brusco, pero tampoco le asusta rodar con suavidad y a un buen ritmo. Única pega: por autopista y a gran velocidad, con el parabrisas en posición alta y el top box opcional, la dirección inspira un poco menos de confianza.
Por lo demás, hay que destacar el excelente alumbrado y la eficacia del sistema de frenado, que en nuestro modelo de prueba asociaba ABS y sistema combinado. El pedal derecho actúa simultáneamente sobre los frenos trasero y delantero, lo cual permite olvidarse de la maneta derecha para las pequeñas frenadas en ciudad. El ABS sólo entra en acción en caso de extrema necesidad, sin llegar a interferir en la conducción en el resto de situaciones.
El parabrisas da a elegir entre dos alturas diferentes. La calidad del alumbrado es también digna de mención.
Una auténtica GT "de bolsillo"
La Deauville reserva al piloto no pocos elementos de confort en un ambiente "de lujo". El parabrisas admite dos alturas diferentes y dos grados de inclinación. Cierto que para modificar la altura es preciso echar mano de las herramientas, pero la posición alta conviene perfectamente a un piloto de 1,80 m sin estorbar en nada la visión. De forma más general, la protección contra el viento y la lluvia está muy bien estudiada: las rodillas quedan protegidas por el carenado, más envolvente, aunque si no quiere que se le mojen los pies con la lluvia tendrá que comprar un protector, en opción.
La suspensión de la Deauville, aunque no alcance el nivel de la de la Pan-European, es de muy buena calidad. La horquilla es demasiado rígida, pero lo que se pierde en confort se gana en comportamiento dinámico y más vale este pequeño inconveniente que una horquilla que peque de floja e imprecisa. Un pomo situado en el lado derecho permite ajustar el amortiguador trasero en 40 posiciones diferentes, un ingenio que, como la calidad del asiento y la tapicería, es motivo de elogios. Resumiendo, todo en la Deauville está pensado para proporcionar tanto al pasajero como al piloto un gran confort.
Por lo que a la capacidad de transporte se refiere, hay donde elegir: una guantera a cada lado del manillar (una de ellas cerrada con llave) y sobre todo dos maletas laterales fijas. Aún así, para guardar un casco integral tendrá que optar por el juego de tapas más grandes, en opción. La moto dispone por lo demás de un emplazamiento previsto para el antirrobo, en forma de U, bajo el asiento... ¿Quién da más?
A solas o en pareja, la Deauville 700 cumple en cualquier situación. Pocas motos pueden presumir de una polivalencia comparable.
Un V2 revisado y más simple
A primera vista el nuevo motor de la Deauville, con inyección electrónica, parece menos suave que el de la versión precedente. Dicho esto, el piloto se acostumbra enseguida a su temperamento y permanece con toda naturalidad por debajo de los 3.000 rpm a fin de evitar latigazos. El embrague además, no plantea la más mínima dificultad al cambiar de velocidad, algo que se agradece sobre todo en ciudad. La transmisión por cardán por su parte tiene el mérito de hacerse olvidar.
Las culatas de 4 válvulas (antes tenían 3) confieren al V2 una potencia de 65 caballos, potencia más que suficiente y que presenta la ventaja de no incitar a rodar por encima de sus posibilidades. Una motorización en suma a la que uno se acostumbra rápidamente y que da lo mejor de sí misma antes en carreteras secundarias que en autopista, donde el piloto se resiente de las vibraciones en las muñecas en regímenes elevados.
Una máquina de confianza
La nueva Deauville 700, relativamente cara dentro de la categoría de tourer de media cilindrada, se presenta como una máquina de gama alta pensada hasta el más mínimo detalle para cumplir debidamente con su cometido. La Deauville le inspirará unas ganas irresistibles de rodar esté donde esté y sea cual sea el tipo de carretera, que es de lo que se trata... ¿o no?
Especificaciones técnicas
Motor: bicilíndrico en V, 4 tiempos, refrigeración líquida, 8 válvulas
Cilindrada: 680,2 cc
Alimentación: inyección electrónica
Arranque: eléctrico
Potencia máxima: 65 CV a 8.000 rpm
Par máximo: 67 Nm a 6.500 rpm
Transmisión final: árbol y cardán
Bastidor: tipo diamante, doble viga de acero
Frenos:delantero doble disco 296 mm, pinzas 3 pistones; trasero disco 276 mm (frenada combinada CBS + ABS)
Neumáticos:delantero 120/70 x 17; trasero 150/70 x 17
Altura del asiento: 806 mm
Gasolina: 19,7 litros
Peso en seco: 239 kg
Información práctica:
Colores: beige, azul, negro, gris y azul
Garantía: 2 años mano de obra, kilometraje ilimitado
Precio: 9.300 € (8.700 sin ABS)
Cortesía Via Michelín.
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